martes, 4 de agosto de 2009

Siento, luego existo, luego pienso

Me pasa que quiero concentrarme en algún pensamiento. Hago fuerzas con alguna neurona pero canto con el pensamiento. Se llenan de canciones los recuerdos como si fuera una caja de música la cabeza. El cerebro es una caja de música que aloja los recuerdos. Se dan cuerda solos. ¿Ves? Me sigue pasando. Quiero prestar atención a lo que pienso. Es en vano.
Hace unos días descubrí que en realidad no pienso. Según una psicóloga/astróloga muy conocida y luego de algunos cálculos que hice por internet, yo no pienso, yo siento. Parece, o es probable, que respondo a la realidad, al mundo, con sentimientos. La función de la conciencia que más utilizo es el sentimiento que es lo mismo que decir que me gusta dormir porque soy flemático. O que soy frío y húmedo como el agua o como el invierno o que soy calmado e indiferente. Todo esto según la teoría humoral.
Pero leo en wikipedia que la adjetivación moderna que le corresponde al flemático es la de racional. Extraño, me resulta extraño. No entiendo.
Dicen, también, que somos personas -los que poseemos el elemento agua- emocionales,compasivas, amables, empáticas e intuitivas...pero también sentimentales e irracionales (!).
Sigo leyendo y encuentro una solución a mi inquietud: psicológimente las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas en la jerarquía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.

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